Cómo trabajar las emociones con nuestros niños de preescolar

Las emociones son parte de nosotros, son fundamentales para poder construir nuestra personalidad pero para los niños, son unas grandes desconocidas que podemos ayudarles a comprenderlas.

Siéntate con los pequeños , habla con ellos. Cuenta una anécdota que te haya hecho sentir, enfadada, triste, etc. Intenta explicarles qué sentiste. Ahora invítalos a platicar alguna anécdota y hablar sobre cómo se sintieron ¿sentiste enojo? ¿tristeza? ¿Por qué?

Plantéales todas estas preguntas, muéstrales que ninguna de estas emociones es mala. Todas, absolutamente todas, son necesarias, lo importante es poder identificarlas y trabajar en ellas.

Cuando trabajamos con las emociones es mucho mejor hablar de ellas cuando se producen, que forzar ese tipo de situaciones. No obstante, a veces se nos escapan esos momentos o queremos reforzar ciertos aspectos e incluirlo en la rutina diaria y es por eso que te recomendamos algunos juegos que te ayudarán enormemente para que los pequeños puedan expresarse.

1. Encontrando emociones

Cada niño deberá buscar en un libro algún personaje que le guste, sin conocer la historia deberá inventar una de acuerdo a cómo vea sus expresiones faciales, elegirá la emoción que crea tiene el personaje, el motivo de esa emoción y qué hizo con ella. ¿Y cómo crees que se sintió…? ¿Por su cara, cómo crees que se siente?

Tu guía será importante para que el niño vaya entendiendo que todas las emociones son buenas si se saben canalizar y trabajar con ellas.

2. Identificando emociones

Ten listos tarjetones con diferentes emociones y con diversas situaciones. En nuestra sección de material didáctico encontrarás unas que te facilitarán su creación.

Con los tarjetones el niño tendrá los de las emociones y tu irás platicándole los tarjetones de situaciones (aquí podrás complementar la situación de acuerdo al contexto) , el niño tendrá que identificar de los tarjetones que tiene, la emoción que le hace sentir la situación, lo ideal es que profundicen en ella y juntos platiquen por qué le hace sentir así  y de que forma se puede sentir mejor.

3. Encontrando la música que me hace sentir…

La música es una de las forma más sublimes de expresión del ser humano, con ella también podemos expresar cómo nos sentimos.

Para este ejercicio selecciona piezas musicales variadas, lenta, una más rápida con muchos cambios, otra que sea más monótona, clásica, rock, etc.  Escuchemos juntos las piezas musicales, y en cada selección deberán pensar qué emoción les produjo y si recordaron alguna situación que les haya recordado ese sonido, juntos podemos platicar sobre por qué piensan que ese tipo de música les produjo esa emoción.

4. Estatuas de emociones

Jugaremos a la estatuas de marfil sólo en que vez de quedarnos solo quietos, lo haremos con una postura y gesto de la emoción que mencionemos.

A las estatuas de marfil, 1, 2 y 3 ¡feliz! ¡triste! ¡enojado!

Los niños se quedará con la cara y postura de la emoción mencionada y el que pierda dice la siguiente emoción.

Que nuestros niños puedan distinguir mejor sus propias emociones y contextualizarlas, es una poderosa herramienta que les ayudará en su crecimiento y su adaptación social.

Cuando son conscientes de que están tristes y no sólo enojados, su capacidad de procesar dicha emoción y tomar decisiones sobre su comportamiento mejora notablemente, acción que no sólo les beneficiará en su vida presente sino en el futuro.

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