Soy una Educadora con maestría en programación

La computadora es un sistema digital hecho de electrónica capaz de procesar datos a partir de un grupo de instrucciones por medio de programas llamados software y se ejecutan a través de máquinas externas llamadas hardware.

Mis niños son como computadoras al contar con un sistema neuronal capaz de procesar información desde muy temprana edad. Los padres me dan la responsabilidad de alimentar sus chips y procesadores con información relevante configurando un sistema operativo que lo acompañará toda la vida.

Nosotras como educadoras sabemos que los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo de los infantes, ya que ahí forman sus habilidades psicomotoras, cognitivas, lingüísticas, emocionales y sociales.

La gran mayoría de las personas piensan que preescolar solo son juegos, pero no le dan la importancia al trabajo que realizo con sus hijos.

Elaboro algoritmos que en mi área se llaman planeaciones de trabajo, ignoran que el juego es fundamental para crear capacidades múltiples en los niños, aumentar su vocabulario, ayudarlos a pensar y reflexionar, en el ámbito de programación le llaman Inteligencia Artificial.

Quizás estén más familiarizados con lenguajes como Java, C++ o Python, mis lenguajes son las diferentes metodologías educativas como Montessori, por Proyectos, por Descubrimiento, Waldorf, Freinet. En las que debo estudiar y especializarme para trabajar de acuerdo a las necesidades únicas de cada niño.

Al igual que un programador hago pruebas de funcionalidad, reviso si mis algoritmos son correctos. Tengo que evaluar esos aprendizajes y checo que su hardware funciona correctamente. Si son positivos observó como dominan su coordinación gruesa, la coordinación fina, sus valores, sentimientos y enseñanzas que se complementan con lo que se programa desde casa.

Al final de los tres años en preescolar, esta computadora ha sido alimentada con un sistema operativo lleno de vivencias, experiencias, valores, emociones, principios y las bases para que pueda expandir sus conocimientos de acuerdo a sus expectativas y oportunidades.

La única diferencia con un programador es que yo trabajo con un ser humano, no lo puedo resetear o desechar si programé mal, no puedo darme el lujo de no enseñar algo nuevo cada día.

Cada año una parte de mi corazón se va con cada generación que pasa por mis manos, sabemos que siempre estaremos presentes en la mente y corazón de estos pequeños, ya que nosotros creamos su sistema operativo y dentro de él dejamos una parte de nosotras.

Quizás no perciban todo el trabajo que existe detrás de mis clases ya que siempre ven que cantó, juego, río y me divierto con mis peques, desconocen que es ahí donde creamos el sistema operativo que será la base de un increíble ser humano a futuro.

Bajo este contexto es por lo que presumo que soy: Una Educadora con Maestría en Programación.

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