Lo que toda nueva educadora y no tan nueva debe conocer

Cuando empezamos esta bonita profesión jamás imaginaríamos todas las satisfacciones, alegrías e incluso tristezas que nos traería. Siempre nos hablan del lado malo que trae consigo; los niños berrinchudos, llantos, mordidas, padres de familia e incluso malos directivos y compañeras.

Debemos tener en cuenta que no importa cuánta experiencia tengamos siempre hay que ir mejorando y aprendiendo, por eso es importante que nunca te quedes con alguna duda, muchas veces no sabemos qué hacer, sí lo que hacemos de verdad funciona o que otra alternativa tenemos, es importante colaborar con nuestras colegas, algunas tienen mucha más experiencia que nosotras y sin duda alguna nos podrían ayudar en cualquier caso, a las nuevas colegas también hay que ayudarlas pues en algún momento estuvimos en sus zapatos y nos moríamos de nervios en las primeras clases, las primeras juntas con padres de familia e incluso en los consejos técnicos. 

Los padres de familia pueden ser nuestro dolor de cabeza, pero recuerda que para que nuestros pequeños puedan enfocarse y aprender mejor debemos ser un trinomio perfecto, como sabes hay muchas actividades para poder trabajar con ellos (buzón de compromisos, etc) que podrán facilitarte esta labor. 

Los errores también son parte de crecer, aprender y mejorar. De vez en cuando alguna colega te asegurará que jamás ha cometido algún error, pero esto será falso, pues  todas lo hemos hecho alguna vez, así que no te desanimes, lo importante es ir mejorando, recuerda que la práctica hace al maestro.

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